14 de abril de 2015

El niño que perdió su nombre

La semana pasada tuvimos el primer Cuentacuentos en familia del trimestre.

Vino Raquel, la mamá de Marcos, con un libro muy bonito y personalizado que nos encantó.

Un día se despierta un niño, 
se para, se despereza, 
y al mirar hacia la puerta... 
¡Ay, Dios mio, que sorpresa!

No puede encontrar su nombre, 
escrito sobre el letrero...
¿Cómo era que se llamaba? 
¿Mateo, Andrés o Hero?

Así comienza el cuento El niño que perdió su nombre. A lo largo de la historia, el valiente protagonista, va en busca de su nombre, y se va encontrando con diferentes personajes que le ayudan a encontrar cada una de las letras.


Tropieza con un Mago, que le entrega la M. Después con un ángel, que le da la A. Una rana le ofrece la R. Después un caballero con una gran espada que le da la C. Tras él, un oso hormiguero que le entrega la O, y al final una preciosa sirena le ofrece la S.

Y así descubrimos que el nombre perdido era MARCOS!!!

Observamos que cada letra que entregaban era la primera letra de su nombre: La M de mago, la A de ángel, la R de rana...



Las ilustraciones son muy bonitas y además el texto rima, lo que hace que sea más divertido.

Tras leerlo, Raquel nos lanzó un par de preguntas:

¿Para qué creéis que sirve tener un nombre?
- Para que nos llamen.
- Para que nos hablen.

¿Y quién creéis que decide ponernos ese nombre?
- Un ángel dice como nos tenemos que llamar.
- Lo deciden los papás.
- Yo me llamo así, por que mi bisabuela se llamaba también Martina.

Raquel nos contó la historia del nombre de Marcos.

Cuando estaba a punto de dar a luz, los papás de Marcos, todavía no sabían que nombre le iban a poner. Así como con Claudia, su hermana, lo tuvieron clarísimo desde el principio... con Marcos, no fue igual.
Cuando la enfermera fue a la habitación donde estaba Raquel y le preguntó el nombre de su hijo para ponérselo en la pulserita que ponen en el hospital a las mamás y a los bebés, y ella contestó que aún no lo sabían, la enfermera dijo: "Lo dejo sin nombre". En ese momento, a Raquel le vino la inspiración y contestó: "Marcos, el nombre es Marcos".

Casi ninguno de nosotros sabemos la historia de nuestros nombres, por eso quedamos que os preguntaríamos en casa.
Martina nos dijo que se llamaba así por su bisabuela.
José Félix también es por tradición familiar, ya que su abuelo y su papá se llaman así.

Cómo siempre os animamos que nos dejéis en un comentario las historias y así las podemos comentar en clase. Estamos deseando conocer más historias.

Marcos y su mamá nos habían preparado una actividad que nos gustó mucho.
Nos entregaron a cada uno, una hoja con un marco de colores y nuestro nombre. También nuestra foto de carnet y una hoja con pegatinas de letras.


Todos elaboramos el cartel, con nuestro nombre para decorar nuestra habitación.



Nos gustó mucho el cuento y la actividad.  





Os dejamos ahora los dibujos que hicimos del cuento, y también la dirección desde donde, si queréis, podéis hacer el encargo de este cuento personalizado con nuestro nombre.

Ah!! Y recordar; estamos deseando conocer porqué nos llamamos así.












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