Esta semana hemos hablado de nuestros abuelos.
Tenemos claro que los yayos son los papás de nuestros papás y nosotros somos sus nietos y nietas. Algunos de los nuestros viven muy cerquita, otros han fallecido o no los hemos conocido. A veces nos vienen a buscar al colegio, y tenemos la suerte de pasar mucho tiempo con ellos.
Y es así, los abuelos son una parte muy importante de nuestra vida.
Por eso, el cuento elegido por Laura esta semana ha sido: Mi superabuela.
Lo primero que nos llamó la atención fue la portada:
- Lleva un antifaz.
- Y una capa.
- No lleva zapatos.
- Lleva un gorro azul.
Pero también la contraportada... en la aparecía de espaldas, pero algo diferente.
La protagonista del libro nos va explicando que su abuela no es una abuela como las demás, si no que tiene superpoderes. Es capaz de hacer muchas cosas: teletransportarse, absorber la energía, atrapar a los mas malos, además de preparar la más rica comida, curar las heridas...
Si queréis ver las primeras páginas del álbum podéis hacer clic aquí, pero os recomendamos, como hacemos siempre, que busquéis el libro en la biblioteca o en la librería.
Nos han gustado mucho las ilustraciones, muy sencillas y descriptivas, con pocos colores pero llamativos.
Tras la lectura, como hacemos siempre, llegó el momento de ver el cuento de nuevo, pero sin hablar.
Y después comentamos cada una de las páginas. Nos hizo gracia ver los dientes de la superabuela en un vaso, también el verla al final del libro con algo en la mano que nos pareció una percha o un bastón.
Cuando nos hacemos viejecitos nos pasan esas cosas: no oímos bien, los dientes se nos pueden desgastar y por eso nos ponen dentadura postiza, andamos con más dificultad, nos salen arrugas...
Pero hacerse mayor también tiene sus cosas buenas, ellos saben de muchas cosas y tienen muchas aventuras que contarnos.
Es muy importante que les queramos y cuidemos mucho.
Ahora ya sabemos que además de tener unos superpapás y supermamás, que son capaces de hacer muchas cosas a la vez, también tenemos unos superabuelos y superabuelas, que además de haber dado la vida a nuestros padres, nos quieren casi más que a sus propios hijos.
Esta entrada va dedicada a todos los superabuelos y superabuelas que hacéis que nos sintamos especiales, que aprendamos muchas cosas, que nos preparáis el desayuno y las meriendas, que nos dais los jarabes, que nos consentís todo, que sois cómplices de nuestras travesuras y las ocultáis a nuestros padres y que hacéis que nuestra infancia y nuestra vida sea mas feliz y esté llena de buenos recuerdos.
A vosotros, que cuando ya no tenemos la suerte de teneros a nuestro lado os echamos de menos todos los días.
Mi superabuela
Marta Cunill
Beascoa, 2015
¡¡Pero qué bonito Laura!!. Seguro que tu abuela se sentiría muy feliz y estaría orgullosa al leer esta entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me lo apunto. No conocía el libro y me parece muy tierno.
ResponderEliminarGracias por compartir tu trabajo.
Un saludo.
Me ha emocionado y divertido a la par, un cuento estupendo y una entrada tiernisima, como siempre genial!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Es un cuento precioso.
ResponderEliminarUn besito.
Laura sé el lazo tan fuerte que te unía a tu abuela. Precioso.
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