Hoy ha sido un día muy especial para nosotros.
¡Hemos ido por primera vez de excursión!
Desde hace días estábamos impacientes e ilusionados. Íbamos a ir a Zaragoza para visitar Espacio Bebé. Y el viernes pasado estuvimos hablando con Laura de lo que iba a pasar hoy.
- Pues nos vamos al museo Espacio Bebé.
- Sí, es un sitio donde hay camas de bebés, como cunas.
- Y también hay un cohete grande.
- Y hay un botón que cuando lo aprietas te vas al espacio.
- Es como un espacio de bebés.
- Y está la luna, las estrellas.
- Yo he ido con mis papás y hay muchos juguetes.
Iríamos en autobús y eso también nos llevó a hablar de ello.
- En el autobús hay un señor que lo conduce.
- Y nos lleva hasta Cuarte o Zaragoza.
- Y tenemos que ponernos el cinturón.
- Yo en el coche me lo pongo también.
- Yo fui en un autobús a Cuarte con mi mamá.
- Pues yo no he ido nunca.
- En Zaragoza me monté en un tren rojo que iba por una vía.
- Y tienes que tocar un botón y se para.
Así que hoy, hemos ido más temprano al cole. Cuando ya estábamos todos en clase, Laura nos ha preguntado si alguno teníamos ganas de ir al baño, ya que estaríamos un ratito en el autobús.
Hemos recordado algunas cosas de las que hablamos sobre cómo nos teníamos que comportar en el autobús y cuando llegáramos a Espacio Bebé.
Para organizarnos mejor a la hora de salir y montarnos en el autobús, nos hemos puesto por parejas, y qué mejor manera para que no se nos olvidara que hacerlo con números.
Todos hemos buscado a nuestra pareja y hemos hecho la fila para disponernos a salir al autobús.
Para hacer más ameno el recorrido, las profes han pedido al conductor que pusiera un cd de música que se han llevado y hemos cantado muchas canciones.
Cuando hemos entrado en Zaragoza, nos hemos entretenido viendo los coches, los autobuses y el tranvía... que es como un gusano rojo.
Solo un ratito después hemos llegado a nuestro destino. El autobús ha parado y hemos andado un trocito muy pequeño para llegar a Espacio Bebé.
Nos ha llamado mucho la atención la forma que tenía... ¡no era un cohete!, si no una especie de cajita que tenía letras de colores.
Solo un ratito después hemos llegado a nuestro destino. El autobús ha parado y hemos andado un trocito muy pequeño para llegar a Espacio Bebé.
Nos ha llamado mucho la atención la forma que tenía... ¡no era un cohete!, si no una especie de cajita que tenía letras de colores.
Nos han salido a recibir Titín y Luis, dos chicos muy majos que nos han acompañado hoy.
Al entrar hemos encontrado una alfombra verde, y muchas letras por las paredes.
Hemos entrado con Titín a una salita pequeña, en la que nos ha pedido que nos quitáramos los abrigos y... ¡¡¡ nos descalzáramos!!
Y le hemos seguido hasta una sala... que no tenía luz. Se llama Sala Mandarina y allí hemos disfrutado jugando con la oscuridad.
Allí unos cómodos cojines nos estaban esperando.
Lo primero hemos visto han sido unas imágenes sobre unas telas: el sol, fuego, un pájaro, unos labios, un pez... todos desaparecían.
Y tras ellos una luna, una luna que se ha movido a la pared, y con ella un montón de lunas más.
Titín nos ha contado que todas esas lunas son de cuentos, y las hemos ido despidiendo una a una. Pero, ha habido una, la de verdad, que no se ha querido ir, se ha convertido en naranja y de repente se ha metido en una caja.
Y después han salido tres amigas amigas. Y así hemos jugado con esas lunas gigantes, y con otras bolas mas pequeñitas, que hemos llamado planetas. Todas cambiaban de color si las acariciábamos. Alguno hemos dicho: Se parece un poco a nuestra mesa de luz.
Después hemos tapado con una manta las lunas y los planetas y se han ido a dormir.
Tras esto, han aparecido unos cuadraditos amarillos, pero que juntos han hecho uno grande, y gracias a unos espejos, hemos conseguido que se movieran por toda la sala. después como cada uno teníamos un espejo, hemos hecho que aparecieran un montón de cuadraditos amarillos.
Titín también nos ha contado el cuento de El globito rojo (estábamos tan fascinados con todo lo que veíamos, que solo al final nos hemos dado cuenta de que ya conocíamos ese cuento). Hemos jugado con una linterna a hacer sombras, primero con nuestros cuerpos hemos sido peces y cocodrilos. Después con títeres, que se hacían grandes grandes si nos acercábamos a la linterna.
Y antes de acabar, de nuevo ha aparecido la luna, pero esta vez con sus amigas las estrellas, y hemos jugado a perseguirlas para cogerlas.
Nos hemos despedido de Titín y hemos salido a almorzar con nuestros compañeros de 3 años A las galletas que habían comprado las profes. Como hacía tan buen día hemos salido a la calle al solecito.
Hemos entrado con Titín a una salita pequeña, en la que nos ha pedido que nos quitáramos los abrigos y... ¡¡¡ nos descalzáramos!!
Y le hemos seguido hasta una sala... que no tenía luz. Se llama Sala Mandarina y allí hemos disfrutado jugando con la oscuridad.
Allí unos cómodos cojines nos estaban esperando.
Lo primero hemos visto han sido unas imágenes sobre unas telas: el sol, fuego, un pájaro, unos labios, un pez... todos desaparecían.
Y tras ellos una luna, una luna que se ha movido a la pared, y con ella un montón de lunas más.
Y después han salido tres amigas amigas. Y así hemos jugado con esas lunas gigantes, y con otras bolas mas pequeñitas, que hemos llamado planetas. Todas cambiaban de color si las acariciábamos. Alguno hemos dicho: Se parece un poco a nuestra mesa de luz.
Después hemos tapado con una manta las lunas y los planetas y se han ido a dormir.
Tras esto, han aparecido unos cuadraditos amarillos, pero que juntos han hecho uno grande, y gracias a unos espejos, hemos conseguido que se movieran por toda la sala. después como cada uno teníamos un espejo, hemos hecho que aparecieran un montón de cuadraditos amarillos.
Titín también nos ha contado el cuento de El globito rojo (estábamos tan fascinados con todo lo que veíamos, que solo al final nos hemos dado cuenta de que ya conocíamos ese cuento). Hemos jugado con una linterna a hacer sombras, primero con nuestros cuerpos hemos sido peces y cocodrilos. Después con títeres, que se hacían grandes grandes si nos acercábamos a la linterna.
Y antes de acabar, de nuevo ha aparecido la luna, pero esta vez con sus amigas las estrellas, y hemos jugado a perseguirlas para cogerlas.
Nos hemos despedido de Titín y hemos salido a almorzar con nuestros compañeros de 3 años A las galletas que habían comprado las profes. Como hacía tan buen día hemos salido a la calle al solecito.
Al terminar de almorzar Luis nos ha invitado de nuevo a sentarnos en la alfombra verde.
Allí nos ha explicado que íbamos a pasar a otra zona, a la Sala de Juegos. Y había tres cosas muy importantes que teníamos que saber.
Pero nada mejor que un vídeo para que veáis como hemos disfrutado.
Allí nos ha explicado que íbamos a pasar a otra zona, a la Sala de Juegos. Y había tres cosas muy importantes que teníamos que saber.
- No teníamos que hacernos daño.
- Ni hacer daño a ningún compañero.
- Y teníamos que cuidar muy bien todo el material.
Pero nada mejor que un vídeo para que veáis como hemos disfrutado.
Como veis un sitio repleto de materiales diferentes con los que nos hemos divertido y experimentado...
Un dragón negro donde podíamos pegar piezas de colores y otro de color madera lleno de cerrojos y piezas que se movían. Un montón de hamacas donde tumbarnos a descansar y a balancearnos, una cocina donde hacer un picnic con leña. Un torreón que podía ser de un castillo o incluso una parte de un barco pirata que tenía el suelo transparente y a través de él podíamos ver a nuestros compañeros de abajo, o ellos vernos a nosotros. En ese suelo había pintadas unas gafas sobre las que podíamos poner nuestras caras para que los de abajo nos vieran. También una zona de cuentos, donde relajarnos y leer.
Alfombras, cortinas, telas, cojines, maderas, escaleras, tubos, gusanos, colchonetas...
Antes de irnos hemos dejado todo muy bien ordenado entre todos para que los siguientes niños que vayan se lo encuentren preparado para disfrutar.
Después ha llegado el momento de recoger nuestros abrigos y salir para montarnos en el autobús.
Un dragón negro donde podíamos pegar piezas de colores y otro de color madera lleno de cerrojos y piezas que se movían. Un montón de hamacas donde tumbarnos a descansar y a balancearnos, una cocina donde hacer un picnic con leña. Un torreón que podía ser de un castillo o incluso una parte de un barco pirata que tenía el suelo transparente y a través de él podíamos ver a nuestros compañeros de abajo, o ellos vernos a nosotros. En ese suelo había pintadas unas gafas sobre las que podíamos poner nuestras caras para que los de abajo nos vieran. También una zona de cuentos, donde relajarnos y leer.
Alfombras, cortinas, telas, cojines, maderas, escaleras, tubos, gusanos, colchonetas...
Antes de irnos hemos dejado todo muy bien ordenado entre todos para que los siguientes niños que vayan se lo encuentren preparado para disfrutar.
Después ha llegado el momento de recoger nuestros abrigos y salir para montarnos en el autobús.
Teníamos ganas de ver a nuestros amigos de la otra clase para contarles todo lo que habíamos hecho. Así que en el viaje, aunque estábamos algo cansados de todas las experiencias vividas, solo pensábamos en llegar y contarles todo a nuestros papás.
Un día especial y repleto de emociones.
¡Nos lo hemos pasado fenomenal!
Por la tarde nos hemos contado qué es lo que mas nos ha gustado de la excursión y hemos hecho unos dibujos muy bonitos, pero esto, os lo enseñamos otro día.
Os dejamos aquí en enlace donde podéis encontrar toda la información de Espacio Bebé, por si podemos ir otro día con vosotros.
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