Hemos comenzado la Semana Matemática con un cuentacuentos realizado por Patri, una profe del colegio que conocemos muy bien.
Esta semana en el cole vamos a hacer muchas actividades relacionadas con las matemáticas, entre ellas el Maratón de cuentos matemáticos.
Por lo tanto, ese cuento tenía que ver con las "mates".
Así que antes de salir a la sala de psicomotricidad hemos estado pensando de qué se podía tratar:
- Pues tendrá números.
- Igual también tiene letras y animales.
- Sí, será de una tortuga, como Tortugui.
- O puede ser de una calculadora.
- Será de colores.
- Será de una pizarra con números como la que traído al cole.
- O como mi ábaco.
- Será de una pizarra con números como la que traído al cole.
- O como mi ábaco.
Así que expectantes, sin saber de qué cuento se trataba hemos ido a la sala de psico con nuestros amigos de 3 años A.
Y allí estaba Patri, con un decorado muy chulo de colorines y sobre un caballete, como el que usaba Kandinsky, una casa muy bonita con unas caritas muy sonrientes.
Patri nos ha contado un cuento precioso titulado: Por cuatro esquinitas de nada.
Los protagonistas de la historia son varios círculos y un cuadrado. Al cuadrado le encanta jugar con sus amigos circulitos. Juegan muy contentos, hasta que llega la hora de volver a la casa.
Pero en ese momento descubren que tienen un gran problema. Uno a uno van entrando en la casa, pero cuando Cuadradito quiere entrar...¡no puede!, la puerta es redonda y el se queda atascado. Él lo intenta de mil maneras diferentes: se dobla, se encoge, se arruga, se estira... pero nada de lo que hace es suficiente para entrar en la casa.
Sus amigos circulitos, desde dentro de la casa, le dicen:
- Venga, sé redondo.
Pero el no lo consigue.
- Te lo tienes que creer.
Cuadradito se concentra un montón y piensa: Soy redondo, soy redondo...
Pero por mas que lo pensaba, nada cambiaba.
Así que los circulitos intentan ayudarle de muchas maneras, hasta le proponen cortarle las esquinas, pero él, asustado, se niega a que sus amigos le hagan eso.
Al final, tras mucho pensar los circulitos se dan cuenta que el problema no está en Cuadradito, si no en la puerta. Así que cortan a la puerta "cuatro esquinitas de nada", muy muy pequeñitas. Con ese cambio consiguen que Cuadradito por fin entre con ellos en la casa.
Mientras Patri nos contaba la historia iba moviendo de sitio a los circulitos y a a Cuadradito, y esto nos ha gustado un montón.
Cuando ha terminado ha sacado un libro, el cuento real de esta preciosa historia. Así que hemos visto sus páginas, y mientras ella las pasaba nos ha ido haciendo preguntas para ver si hemos estado muy atentos.
Después algunos de nosotros hemos salido a ayudarle a contar de nuevo la historia.
Este cuento nos ha servido para hablar de la importancia de ayudar a los amigos cuando tienen problemas.
Como agradecimiento le hemos regalado un marcapáginas chulísimo que tenía flores secas.
Tras esto, Patri nos había preparado una actividad con la que íbamos a elaborar nuestra propia casita con dos circulitos y Cuadradito, para poder contar el cuento en casa.
Patri muchas gracias por esta gran experiencia.
Por cuatro esquinitas de nada
Jérôme Ruillier
Editorial Juventud, 2005
Es un cuento muy bonito. A mi también me gusta mucho. Un saludo.
ResponderEliminarSí, es un cuento precioso, sencillo y que da mucho juego.
EliminarGracias por seguirnos.
Un beso.