31 de octubre de 2016

La excursión a la Granja - Escuela

El jueves os mostrábamos un adelanto de la excursión a la Granja - Escuela La Torre. Pero hoy os vamos a contar todo todito todo.

Hace ya unos días Laura nos contó que nos íbamos a ir de excursión y entonces llegaron las preguntas:

- ¿A Espacio Bebé?
- ¡Sí!, iremos en autobús.
- Siiiiiiiiiiii!!!

Pero claro, no todas las excursiones van a ser a Espacio Bebé como el año pasado, por muy bien que nos lo pasáramos las excursiones también se hacen a más sitios.

- Sí, mi mamá me ha dicho que iremos a una granja.
- ¿Sí?
- Para ver muchos animales.

Pero cuando la profe nos dijo que efectivamente íbamos a ir a una granja, añadió que era una granja - escuela.

- Sí que eso es como un cole de animales.
- Claro con su profe, sus pinturas...

Tras una explicación de lo que era exactamente una granja - escuela, llegó la gran pregunta:

-¿Cuántos días faltan para ir?

Y cómo hacemos con los eventos importantes, lo marcamos en el calendario para tener más claro los días que faltan hasta que lleguen.

A lo largo de la semana pasada vimos varias presentaciones con información sobre los animales de la granja.

Y la víspera recordamos algunas cosas importantes: cómo portarnos en el autobús, el cinturón de seguridad, el escuchar a los monitores de la granja-escuela, no asustar a los animales...

- Y para el autobús ¿nos pondremos por parejas como el año pasado?
- Sí, y nos pondrás un número en la mano para que no se nos olvide.

Así que la profe nos pidió que eligiéramos con qué amigo queríamos ponernos de pareja y nos dijo que número seríamos.

Y el jueves llegó el gran día, ¡por fin!

Sin ninguna duda con las parejas ni con el orden de la fila, nos pusimos en marcha.




El viaje en el autobús fue genial. Íbamos con nuestros amigos de 4 años A, su profe Laura, también Ana y Patricia. 




Y antes de que nos diésemos cuenta, habíamos llegado a nuestro destino. 


Al bajar del autobús ya notamos que estábamos rodeados de animales (todos percibimos un olor diferente).

Allí nos estaban esperando tres granjeras muy guapas y amables que nos dieron la bienvenida y nos contaron que íbamos a hacer dos grupos.

Y entonces conocimos a Noelia, la granjera que nos acompañó a lo largo de la visita y que nos enseñó un montón de cosas. Ella junto a Patricia estuvieron con nosotros durante toda la mañana.


El primero al que conocimos fue a Rabadán, el perro guardián de la granja. Nos contó que se llama así porque rabadán significa pastor que tiene a su cargo uno o más rebaños.


Rabadán tiene su caseta, pero por la noche, cuando en la granja solo quedan los animales a él le gusta dormir cerca de las cabras.

Nos acercamos a tocarle y enseguida notó con su olfato quiénes de nosotros teníamos mascotas. Y es que los perros tienen una nariz que lo detecta todo.



Después de conocer a Rabadán pasamos a unos gallineros donde por los sonidos que escuchamos al entrar adivinamos que allí vivían las gallinas.



Y era así, allí vimos a las gallinas, los gallos y los pavos. 

Nada mas entrar vimos al pavo Gustavo



Jugamos a imitar el sonido del pavo, que es diferente al de las gallinas. También vimos que tenía una cola super grande y una cosa roja que le colgaba del pico (se llama moco de pavo).

Escuchamos también a los gallos.


Conocimos a la gallina Turuleta y Noelia nos explicó cómo podíamos tocarla para que no se asustara, aunque realmente estaba muy tranquila porque todos los animales de la granja están acostumbrados a recibir visitas.  Nos dimos cuenta que Turuleta llevaba una pulsera en una de sus patas. Noelia nos contó que la llevan para diferenciarlas unas de otras, como si fuera su DNI.

Descubrimos que las gallinas son aves, y aunque tienen alas, no vuelan o por lo menos no lo pueden hacer muy alto ya que les pesa un poco el culete.



También tienen plumas y no pelo. Y sus patas que son muy grandotas, se llaman garras (que no le sirven para arañar, si no para escarvar y encontrar gusanos y bichitos que comerse). Y nos contó que cada día ponen un huevo.


Observamos las diferencias entre las gallinas y los gallos. Y vimos también unas gallinas grises.



Pudimos dar de comer a las gallinas. Cada uno de nosotros salimos al corral con un vasito lleno de trigo. Al salir teníamos que tener cuidado si no tapábamos el vasito y lo teníamos bajo seguramente las gallinas saltarían para comer, así que hicimos mucho caso a Noelia y cuando ya estábamos fuera, contamos: 

- ¡¡1, 2 y 3!! 

Y nos agachamos quietecitos como estatuas para darles de comer. 



Algunos estábamos un poco asustadillos al principio (incluso volcamos el trigo en el suelo), pero luego se nos pasó.



Además descubrimos dónde y cómo duermen las gallinas, que les gusta subirse a un palo.








Muy cerquita de las gallinas encontramos a los conejos. 



Los conejos no son aves si no que son mamíferos, es decir maman de su madre (como lo hacemos nosotros). Allí Noelia nos contó que las crías de los conejos se llaman gazapos y pudimos verlos muy de cerca, tocamos su suave pelo y vimos sus grandes orejas. El sonido de los conejos no se escucha mucho, pero lo que si vimos es como movían las orejas y la nariz. Pudimos tocar un conejo blanco y también a Tambor que era marroncito.




En las conejeras había muchas razas de conejos y de diferentes colores: grises, negros, marrones, blancos... Algunos muy grandes y otros no tanto.




Al ladito de las conejos encontramos a Luisa, una cerda enoooorme.



La pudimos en su pocilga (aunque para salir a ella se hizo la remolona y le tuvimos que gritar: "¡Qué salga Luisa, que salga Luisa!". Como veis hasta la llamamos con un "Oink Oink!".



Y cuando por fin salió, la vimos en el barro que tanto les gusta a los cerdos y también la vimos comiendo. Pensamos que comía por la nariz, como acercaba tanto el morro no le veíamos la boca. 



¿Y sabéis una cosa? Las cerdas tienen catorce tetas, nosotros solitos llegamos a la conclusión de que era porque pueden tener catorce hijos. Y a esas crías se les llama lechones

Así que los cerdos también son mamíferos y de ellos se obtienen muchos alimentos: el jamón, los torreznos, la oreja, la carne de cerdo, panceta, chorizo...

A Luisa le vimos un agujerito en la oreja y Noelia nos contó que era del crotal, la etiqueta que le ponen a los animales con datos importantes. Nosotros ya sabíamos que muchos animales llevan como una especie de pendiente con un papel (ya os contaremos como lo descubrimos).



Pues resulta que como los cerdos tienen las patas muy cortas no se pueden rascar, así que cuando les pica una parte del cuerpo se rozan y frotan con lo que tienen cerca (en el caso de Luisa es en la palmera que tiene en el centro de su pocilga, y vimos que la parte de abajo no tiene casi corteza y está blanca de lo que se frota). Así que en uno de esos ratitos de rascarse debió de perder su pendiente.

Después llegó el momento de entrar a los establos y qué alegría nos llevamos al ver a las cabras.



Las cabras también son mamíferos y descubrimos que solo tienen dientes en la parte de abajo
Cuando son muy pequeñas se llaman cabritillos (como el cuento que leímos en clase), y cuando todavía no son mayores del todo se llaman chotos y chotas. Cuando ya son muy mayores ya son cabras, y los machos son chivos. (¡Madre mía cuántos nombres diferentes!).

De las cabras obtenemos leche y con ella podemos hacer queso y cuajada.
Pudimos conocer a Cierzo, una cabra que tenía el pelo larguísimo. Noelia también nos contó que hay cabras que tienen barba y por eso no tenemos que pensar que son chivos, porque hay hembras que también la tienen y es que eso depende de la raza de cabra.

Muy cerquita de las cabras encontramos a las ovejas. La verdad es que se diferencian bastante de las cabras. Las ovejas también tienen pelo, pero lo tienen debajo de la lana que les cubre el cuerpo. Con esa lana hacemos jerséis, bufandas, chaquetas... y gracias a ella vamos abrigaditos todo el invierno. 

Cuando esquilan a las ovejas (así es como se llama cuando van a la peluquería), esa lana se tiene que limpiar. Y nosotros pudimos tocar y notar lo suave qué es.



Tanto las ovejas como las cabras balan, pero tienen un balido algo diferente.

Las ovejas también nos proporcionan leche (y con ella hacemos todos los derivados: queso, yogurt...), y además de la oveja también obtenemos carne

Vimos que había dos establos con ovejas. 



Estaban en un lado las mamás que son las ovejas con los corderos (sus crías). Y en el otro los mardanos (los papás). Las ovejas también son mamíferos.

Al principio cuando Noelia nos dijo que les íbamos a dar de comer a las cabras y a las ovejas, algunos tuvimos un poco de miedo, esto no era lo mismo que dar trigo a las gallinas. Pero cuando vimos como lo hacía ella, se nos pasó y todos disfrutamos acercándonos a ellas con la alfalfa (que es una hierba que tiene hojitas).




Al ladito encontramos a dos burros. Al principio pensamos que eran caballos, pero descubrimos que eran Panchita y su hija Candela.



Con estas burras si que tuvimos que tener un poco más de cuidado, por eso mientras Noelia les daba de comer nosotros las acariciamos por un ladito. Es importante tocar a los animales viendo muy bien donde tienen su cabeza para poder reaccionar si se asustan e intentan defenderse. 





Nuestra granjera nos contó que los burros comían algo parecido a lo que comían las ovejas y las cabras. Se llama heno, y es parecido a la alfalfa pero sin hojitas.



Al lado de Panchita y Candela encontramos a una vaca, una vaca que además estaba embaraza. Se llama Matilda. Al igual que las ovejas y las cabras, Matilda también es un mamífero y por eso tenía en su tripita un bebé, pero a esta cría se le llama ternero


Matilda estaba muy tranquila y nos miraba fijamente como si nos quisiera contar que a finales de noviembre iba a ser mamá, y una vez que fuera mamá ya podría dar leche, porque las vacas no dan leche hasta que no tienen a su primer ternero. Nosotros sabemos muy bien como se ordeñan las vacas (también os contaremos más adelante cuando y como lo hemos descubierto).

Observamos muy bien a Matilda y vimos que también las vacas tienen cuernos y ella los tenía diferentes, uno torcido y otro no. Y al igual que otros animales de las granja tenía su pendiente (crotal).



De la vaca también obtenemos carne y leche y con ella hacemos: queso, helados, yogurt, mantequilla, batidos... De la piel de la vaca obtenemos el cuero con el que podemos hacer cazadoras, zapatos...

Y aunque era tan grande no dudamos ni un momento en acercarnos a acariciarla.





Tras todo esto hicimos una parada para reunirnos con nuestros compañeros de la otra clase y almorzar juntos. Antes, por supuesto fuimos al baño para hacer pis y para lavarnos muy muy bien las manos (algo muy importante después de tocar a los animales, y que hacemos muy bien porque lo tenemos interiorizado al tener mascotas en casa y a Tortugui en el cole).





Después de correr y jugar un poco, nos pusimos de nuevo a la marcha, aún nos quedaba todavía alguna cosa por ver.

Noelia nos llevó hasta el estanque de los patos y las ocas. No sabéis que fuerte se escuchaban sus graznidos.



Pudimos darles de comer maíz, y vimos maíz rojo y amarillo. Noelia nos enseñó las mazorcas para que viéramos la diferencia entre los dos. 



Así que con un puñadito cada uno nos acercamos hasta ellos y....









Aprovechamos para contarle a Noelia que nosotros tenemos una mascota en clase, nuestra Tortugui. Le contamos que le cambiamos el agua todos los días, que la cepillamos para que esté limpita, que le damos de comer... Ella nos contó que el agua del estanque no se cambia todos los días pero que si que la limpian y la cambian de vez en cuando.
Después nos acercamos hasta el huerto, otra parte de la granja muy importante, ya que es allí donde se cultivan verduras, frutas y hortalizas, fundamentales en nuestra dieta.



Paseando por las zonas donde se podía pisar observamos pimientos, fresas, tomates (realmente en las tomateras no había ni uno, ya que estaban en el invernadero). 




También pudimos tocar la albahaca para olernos después la mano.



Y como colofón a nuestro gran día visitamos la guardería de los pollitos. Entramos en una sala donde había una mesa de crías. Allí encontramos a unos pollitos que tenían una luz roja que les daba calor. Esa luz, se encendía y se apagaba dependiendo de la temperatura.



Noelia sacó dos polluelos, a los que pudimos tocar para ver lo suave que es su plumón (que son las plumas de los pollitos pequeños). Eran bastante diferentes, y es que todos los pollitos no son amarillos, ni todos los picos naranjas.



También vimos unos pájaros muy pequeñitos, y es que tenían tan solo dos días, eran codornices y estaban metidas en una incubadora, en la que están protegifdas y a una temperatura optima para hacerse más fuertes.



Además vimos una incubadora que estaba llena de huevos, porque los huevos necesitan estar veinticuatro días en la incubadora hasta que nacen los pollitos.



Así que muy atentos y con mucho cuidado observamos todo lo que había en esa sala tan especial.




Cómo veis fue un día cargado de emociones. Fue hasta mejor de lo que nos habíamos imaginado. Aprendimos muchas cosas, estuvimos en contacto con la naturaleza y con los animales. Disfrutamos dándoles de comer, tocándolos...


Muchas gracias a todas las personas que trabajan en la Granja  - Escuela y principalmente a Noelia por contarnos y explicarnos tantas cosas, y convertir este día en inolvidable.

Y también a Patricia por acompañarnos en esta excursión.

Antes de despedirnos os queremos contar que además de recibir visitas de grupos de colegios, la Granja - Escuela La Torre también organiza talleres destinados a familias. 

Sería estupendo poder revivir estos momentos acompañados de vosotros. 

Para conocer las próximas fechas de estos talleres podéis hacer clic en la imagen.



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30 de octubre de 2016

Halloween en el cole

El viernes celebramos Halloween en el colegio.

Ya hacía unos días que habíamos ambientado nuestra clase.





También elaboramos unas marionetas de Frankenstein y de Calabaza, a las que llamamos Franky y Ruperta.



Y el viernes disfrazados de esqueletos, murciélagos, vampiros... estuvimos así de terroríficos.





Los niños de la clase de Silvia (3 años B), vinieron a clase para cantarnos la canción Treat or Trick y pedirnos caramelos.




Como nuestra calabaza se había quedado así:



Nos fuimos a clase de Leticia (5 años B) para cantarles nosotros y conseguir caramelos.




Después nos fuimos al hall para hacernos una fotografía de recuerdo con la decoración y ambientación de esta celebración.



El recreo se convirtió en una monstruosa fiesta de disfraces.



Tras almorzar salimos a la sala de psicomotricidad con nuestros amigos de todos los cursos de infantil para ver varios cortos y cantar canciones de Halloween.



Nos lo pasamos genial.


Para terminar la mañana tuvimos una visita muy especial (Muchas gracias a los papás del AMPA por esta sorpresa).





Para terminar os dejamos un par de canciones de Halloween que cantamos y bailamos con nuestros compañeros.



Y también una versión un poco diferente del Treat or Trick.

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