Otro de los libros que hemos leído esta semana es: Wangari y los árboles de la paz.
Esta vez Laura pensó contar el cuento de otra manera, primero lo veríamos en silencio y hablaríamos de lo que más nos había llamado la atención. Después ella nos contaría la historia de Wangari.
- He visto una niña con su mamá en el campo.
- Y una mujer mirando desde una montaña.
- Meten a una señora en la cárcel.
- Y había unos señores cortando árboles.
- Yo he visto un globo terráqueo.
- Había muchas mujeres con árboles pequeños.
- Un señor da un golpe a la mujer.
- Había muchos árboles.
Y tras esto, Laura nos dijo que este cuento estaba basado en una historia real, algo que había sucedido de verdad.
Cuenta la historia de Wangari, una niña que vivía en Monte Kenia, la montaña más alta de Kenia y la segunda más alta de África. Creció rodeada de árboles, escuchando los pájaros cuando iba a por leña con su madre. Ella cosechaba batata, maíz y caña de azúcar.
Como era muy buena estudiante, recibió una beca y se fue a Estados Unidos a estudiar.
Pero al volver todo había cambiado. Los árboles habían desaparecido, los talaban para construir edificios pero nadie se molestaba en replantarlos. Ya no había pájaros, ni tampoco batata ni máiz. Las mujeres ahora andaban encorvadas porque tenían que desplazarse muy lejos a por la leña.
Wangari decidió que eso tenía que cambiar, así que comenzó plantando en su casa nueve arbolitos. Después lo hizo en un campo cercano. También pidió ayuda a mujeres de aldeas cercanas. Wangari podía pagar un poquito de dinero a las mujeres que le ayudaban, mujeres que nunca habían recibido nada a cambio por su trabajo. Y ese gran Movimiento del Cinturón Verde se extendió. Los gobernadores se reían de ellas ya que pensaban que no serían capaces siendo mujeres de conseguir nada.
Incluso cuando Wangari se opuso a la tala de árboles, la metieron a la cárcel.
Pero no estaba sola, las mujeres que le habían apoyado seguían luchando por su sueño.
Consiguieron plantar más de treinta millones de árboles en todo el país, y además también sirvió para mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Tras leer esta maravillosa historia, Laura nos explicó que Wangari Maathai en 2004 recibió el Premio Nobel de la Paz (fue la primera mujer africana en obtener este reconocimiento). Este premio se otorga "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz".
Wangari Maathai se licenció en Biología y tras seguir con sus estudios fue la primera mujer doctorada de África central y oriental. Su acción ecologista en favor de la reforestación y su preocupación por las extremas condiciones de pobreza en las que vivían miles de mujeres kenianas, la convirtieron en una mujer muy importante en el mundo.
Ya os hemos contado que estos días también conocimos a Mahatma Ghandi, que a pesar de toda su contribución a la paz mundial, nunca recibió uno de estos reconocimientos.
Gracias a esta historia hemos hablado de muchas cosas:
- La importancia de los árboles en nuestra vida (para nosotros y también para los animales).
- El respeto al medio ambiente.
- El respeto al medio ambiente.
- Que en ocasiones (injustas) el trabajo no es remunerado.
- La labor de las mujeres en el mundo.
- Que tanto hombres como mujeres pueden conseguir muchas cosas.
- La situación en diferentes países del mundo.
- La importancia de defender lo que uno cree a pesar de las dificultades.
- Que el ser un buen estudiante te permite obtener becas.
- Localizar en nuestro globo terráqueo algunos puntos del mundo.
Para finalizar hicimos nuestra versión de las guardas del libro, y cada uno de nosotros nos dibujamos rodeados de árboles y más árboles.
Tal y como dijo Wangari:
"La tierra estaba desnuda, mi misión era vestirla de verde".
Eso hicimos nosotros, vestir nuestras hojas en blanco de verde.
Os dejamos un vídeo del libro para que podáis descubrirlo antes de ir a por él a la biblioteca o a la librería.
Wangari y los árboles de la paz
Jeanette Winter
Ekaré, 2009