Antes de acabar el trimestre Miguel nos trajo a clase un juego que había hecho con su padre.
Se trataba de un árbol con el que podía hacer sumas. Pero eso de sumar... no sabíamos muy bien lo que era, ¿o si?
Cuando Laura nos lo explicó, descubrimos que nosotros hace mucho tiempo que jugamos a sumar.
Por ejemplo, por la mañana cuando vemos cuantos niños y niñas faltan: hacemos sumas.
"Si falta una niña, y faltan dos niños ¿cuántos niños y niñas faltan en total?"
También cuando jugamos con los multicubos a poner la fecha. Hace tiempo que vamos marcando con esos cubitos el día del mes. Lo que pasa es que cuando una torre llega a 10 pisos, ya no podemos poner más. Laura a eso lo llama DECENA, pero es una torre de 10 pisos. Si necesitamos poner el 11, ya sabemos que es una torre entera y una pieza (UNIDAD) más (que además ponemos de otro color y separada de esa torre, para hacer una torre nueva).
A veces también jugamos a hacer restas. "Si a esta torre le quito 2 piezas, ¿cuantas piezas me quedan?".
Estos juegos los hacemos en muchas ocasiones en clase. A veces las pensamos, a veces utilizamos material para poderlo manipular (esto siempre es lo ideal para poderlo vivenciar), a veces dibujamos palitos...
El caso es que el árbol que nos trajo Miguel servía para hacer sumas.
En el árbol había una ranura con una tira de números y además Miguel también nos dijo que hacía falta unos dados y unas bolitas.
Al tirar el dado había que poner en la copa del árbol, tantas bolitas como nos había dicho el dado. Tras volver a tirar el dado, poníamos de nuevo tantas bolitas como nos decía esta segunda vez. Para realizar la suma, contamos todas las bolitas que había en la copa y movíamos la tira de números hasta que viéramos el resultado por la ranura.
Así que cuando jugamos y vimos lo chulo que era, le dijimos a Laura si nos podíamos hacer uno para casa.
Y estos primeros días de trimestre nos hemos hecho cada uno nuestro propio árbol. (Y también nos haremos otro para el rincón de mates).
Recordamos como podían ser las copas de los árboles ya que todos no son iguales. Para nuestro juego necesitamos que los árboles tengan hojas, ya que si están peladitos no iba a ser lo mismo.
Dibujamos varios modelos (teniendo en cuenta que tenían que ser grandotes para poder meter allí las bolitas de la suma) y pensamos cual nos gustaba más.
Después la profe dibujó en un folio el árbol que creíamos que era el mejor para nuestro juego.
Tras hacer las fotocopias lo pintamos con ceras, lo barnizamos y los recortamos o picamos (cada uno como quiso).
En la tira de cartulina pusimos los números del 2 al 12. Descubriendo además que no podíamos poner el 0 y el 1, ya que los dados no tienen 0, así que como mínimo nos saldría 2 en la suma. Y como máximo 12, porque el 6 es el número más grande que puede salir.
Recortamos también las instrucciones del juego (todo juego necesita tenerlas para que quien no sepa jugar, aprenda, conozca las normas del juego, el n´º de jugadores, el material que contiene, posibles variantes...).
Con esto ya estábamos preparados para echar la primera partida, pero... ¿los dados y las fichas?
Menuda sorpresa nos llevamos cuando vimos que Laura nos había preparado unas bolsitas con dos dados y doce fichas para cada uno.
Como nos había quedado tan chulo, la profe se lo contó a Laura (la seño de la otra clase), que también le pareció una idea genial. Y ellos también se han hecho un árbol de las sumas. Miguel pasó a explicar a los chicos de la otra clase cómo se jugaba. Para esta misión se buscó un ayudante (Francisco) para que le echara una mano porque a veces nos da vergüenza ir solos a los sitios, y nos gusta más hacer las cosas en equipo.
Recordamos como podían ser las copas de los árboles ya que todos no son iguales. Para nuestro juego necesitamos que los árboles tengan hojas, ya que si están peladitos no iba a ser lo mismo.
Dibujamos varios modelos (teniendo en cuenta que tenían que ser grandotes para poder meter allí las bolitas de la suma) y pensamos cual nos gustaba más.
Después la profe dibujó en un folio el árbol que creíamos que era el mejor para nuestro juego.
Tras hacer las fotocopias lo pintamos con ceras, lo barnizamos y los recortamos o picamos (cada uno como quiso).
En la tira de cartulina pusimos los números del 2 al 12. Descubriendo además que no podíamos poner el 0 y el 1, ya que los dados no tienen 0, así que como mínimo nos saldría 2 en la suma. Y como máximo 12, porque el 6 es el número más grande que puede salir.
Recortamos también las instrucciones del juego (todo juego necesita tenerlas para que quien no sepa jugar, aprenda, conozca las normas del juego, el n´º de jugadores, el material que contiene, posibles variantes...).
Menuda sorpresa nos llevamos cuando vimos que Laura nos había preparado unas bolsitas con dos dados y doce fichas para cada uno.
Estamos contentísimos con nuestro árbol porque nos ayuda a jugar con los números, a contar, a prestar atención, nos sirve para hacer sumas... Y además jugamos con los dados que es algo que nos chifla!!
Esperamos que os guste nuestro juego. El lunes nos lo llevaremos a casa para jugar con vosotros.
Muchas gracias Miguel por enseñarnos una forma muy divertida de jugar con los números.
Gracias Laura, los peques encantados con su regalo
ResponderEliminarMuchas gracias a ti.
ResponderEliminarA Miguel le encantó la idea de que todos sus compañeros tuvieran un árbol de matemáticas como el suyo.:-)