No os hemos contado, que hace unos días un niño de 2º de Primaria y su profe Miriam vinieron a nuestra clase para traernos una carta.
Cuando Laura nos la leyó, descubrimos que nos invitaban a su clase para ver un Museo de Antigüedades. Como nos gusta tanto ir de un lado para otro del cole, nos invitan a todos los sitios.
El día de la cita, emocionados subimos a la primera planta del cole para ver de qué se trataba. Estábamos muy nerviosos, ya que por motivos que no vienen a cuento, tuvimos que retrasar la excursión unos días.
Y nos encontramos con esto:
Entre todos habían montado ese Museo tan especial. Eran cosas antiguas, que hace tiempo se utilizaban pero que hoy en día ya no las usamos porque hay cosas que las suplen que son mas modernas. Y muy atentos escuchamos todo lo que nos contaron.
Vimos una máquina de escribir. Que gracia nos hizo ver como subían esos palos al presionar las teclas. Teclas, que tenían todas las letras que nos sabemos. ¿Así que con esto era con lo que escribían antes de que llegaran el ordenador y las impresoras? ¡Qué cosas más raras!
También una plancha muy extraña que no tenía cable y que se calentaba con fuego. Unos farolillos que funcionaban con alcohol, y que daban luz, cuando no podían ver de otra forma. Unos prismáticos y un reloj antiguo. Una campana, que a la profe le gustó mucho, porque cuando era pequeña había una igual en su cole, y los chicos mayores la tocaban cuando era la hora de irse a casa (vamos, que no tenían a Jorge, el conserje con su megafonía para avisar "Son las 4:30h").
Y como no había timbres utilizaban unas cosas muy grandes de hierro con las qe daban unos golpecitos para que les abrieran las puertas.
También vimos un avión de juguete y las profes nos explicaron, que hace años los niños no tenían muchos juguetes y que con solo uno ya eran muy felices.
Un molinillo de café, una cosa muy rara (walkman) para escuchar música con unas cintas como las que trajo Laura.
Tenían también un teléfono muy parecido al que vimos en Espacio Bebé, así que nos lanzamos a meter el dedo en esos agujeritos con números para darle vuletas y vueltas.
Nos gustó mucho que nos invitasen a ver su Museo y que nos explicaran tantas cosas.
Aquí os dejamos las entradas a su blog para qué veáis todo lo que había.
Noticia 1. Noticia 2.
Muchas gracias Miriam, a ti a tus chicos, por esta experiencia.
Hemos podido ver las tortugas gigantes de las Islas Galápagos.
Tienen las patas muy gruesas, parecidas a los elefantes.
Tienen 5 dedos, con unas uñas muy fuertes que les sirven para cavar. 
Hemos visto que hay tortugas que con el paso de los años se
han adaptado a su hábitat, y como tienen la comida en lugares altos tienen el
caparazón mas abierto para poder subir mas la cabeza y llegar al alimento.
La tortuga verde. Vive en mares cálidos. Solo sale a la
tierra cuando pone los huevos. Siempre lo hace de noche y hace el agujero con
las patas traseras. Vuelven enseguida al agua, porque corren peligro (se las
pueden comer los pulpos, los ratones…). Esta tortuga se alimenta de plantas
acuáticas y también moluscos. Sus patas son diferentes, se parecen a las aletas
de los peces.
La tortuga mediterránea. Es una tortuga mas pequeña y es
terrestre. Su caparazón tiene colores mas contrastados y es redondeado. Come
fresas, hojas, flores… esta tortuga hiberna. 
La tortuga gófer del desierto. Es una tortuga terrestre y
vive en el desierto. Come cactus, arbustos, flores… son vegetarianas. Tienen
varias madrigueras en las que se mete para protegerse del calor. Su caparazón y
su piel es muy similar al color de la tierra y esto les sirve para protegerse
de sus predadores. 
