Uno de los últimos cuentos clásicos que nos ha traído duendín a clase para nuestro proyecto De la A a la Z con los cuentos, ha sido: Hansel y Gretel.
Es un cuento que muchos de nosotros ya conocíamos, a veces también se le conoce con este título: La casita de chocolate.
Al igual que en todos los cuentos, este puede tener diferentes finales. Y por eso jugamos a inventarnos algunos detalles.
Que la mamá al final del cuento, no aparece porque era la bruja y no quería mucho a los niños, que la bruja no la queman si no que se la llevan a su casa para que tenga una familia y así le enseñan a ser buena...
La H es la letra más silenciosa de todo el abecedario, pero hemos descubierto que en otros idiomas si que tiene sonido.
Y en castellano también lo tiene si va de la mano con la C. Como en CHOCOLATE, CHICLE, COCHE. Y suena parecido al sonido que hacemos cuando llamamos a alguien.
Al igual que en todos los cuentos, este puede tener diferentes finales. Y por eso jugamos a inventarnos algunos detalles.
Que la mamá al final del cuento, no aparece porque era la bruja y no quería mucho a los niños, que la bruja no la queman si no que se la llevan a su casa para que tenga una familia y así le enseñan a ser buena...
La H es la letra más silenciosa de todo el abecedario, pero hemos descubierto que en otros idiomas si que tiene sonido.
Y en castellano también lo tiene si va de la mano con la C. Como en CHOCOLATE, CHICLE, COCHE. Y suena parecido al sonido que hacemos cuando llamamos a alguien.
La actividad preparada para este cuento era una receta. Claro, nosotros pensamos que era una receta como las que hacemos normalmente: una receta de dibujos. Pero no, esta vez se trataba de una receta de las de verdad.
Laura nos enseñó los ingredientes:
- Pan de molde.
- Crema de cacao.
- Mermelada de fresa.
- Chocolate blanco.
- Galletas.
- Grajeas de chocolate.
Con todo eso Laura nos pidió que pensáramos cómo podíamos construir una casita parecida a la que aparecía en el cuento.
De esta manera, observamos que una rebanada de pan de molde tiene forma de cuadrado, y que si lo cortábamos de una esquina a otra se convertía en dos triángulos. Que la galleta podía hacer de puerta, y las porciones de chocolate de ventanas.
Y nos pusimos manos a la obra. Eso sí, sin olvidarnos de ir a lavarnos las manos muy bien.
Y como si de un self-service se tratara fuimos pasando a coger lo que necesitábamos para nuestra receta.
Aquí os dejamos un vídeo para que veáis cómo nos lo pasamos.
Este fue el resultado final. Ya veis que fue estupendo, y además nos la llevamos a casa para compartirla con nuestra familia. Nos encantó realizar esta actividad.
Os dejamos el QR que utilizamos en este cuento. (Recuerda que es un QR y como leerlos desde aquí).
Y para terminar os dejamos otro versión del cuento protagonizada por Minnie y Mickey Mouse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario