El cuadro de Miguel y los círculos de Kandinsky

Como nos gustó tanto el cuadro que trajo Miguel, pensamos que todos podíamos hacer uno en clase.

Él nos explicó como lo había hecho y además su mamá había mandado un vídeo a la profe para que viéramos la técnica y los pasos que siguieron.

Ellos utilizaron pintura de dedos, un cartón para hacer las rayas y también tapones de leche y algún bote para hacer los círculos. Y después lo firmó. 

La firma es muy importante, es lo que hace que se sepa quien ha realizado algo, como hacemos nosotros con las fichas poniendo el nombre. Por eso las obras de arte, suelen ir firmadas, al igual que las cartas, por ejemplo. A veces las personas famosas firman solo con su nombre, o el apellido, o las dos cosas. A veces solo ponen las iniciales, o utilizan un nombre inventado. Y otras veces esconden la firma entre la obra de arte (ya os lo contaremos bien otro día).

Miguel en este caso utilizó sus iniciales M.D. (de Miguel Díaz).

Nosotros hicimos nuestra propia versión.

Para empezar pintamos con las manos, pero eso sí, solo utilizamos los colores: amarillo, rojo y azul. Después con ayuda de un pincel hicimos líneas.

Algunos mezclamos colores, otros preferimos no juntarlos. Unos pintamos sin extender mucho la pintura, otros intentamos no dejar ni un huequito en blanco... Cada uno hicimos de manera libre nuestro cuadro.

Tan solo nos quedó firmarlo ya que preferimos que estuviera la pintura seca. Así que a la vuelta, firmaremos nuestras obras de arte.

Mientras, preparamos un mural muy grande en la pizarra en el que fuimos pintando círculos de colores con nuestros dedos.

Sabemos que a Kandinsky le gustaba mucho dibujar figuras geométricas  y líneas, pero esta vez, en nuestro mural, tan solo hicimos círculos, de diferentes tamaños, de diferentes colores. Como veis tuvimos mucho cuidado para que los colores no se mezclaran.

Cada vez disfrutamos más con las actividades plásticas y somos más autónomos. Ya no tenemos miedo a manchar  nuestras manos, nos gusta crear, inventar, pintar de pie, sentados... Nos gusta mucho hacer murales grandes entre todos. Crear nuestras obras de manera conjunta, pintar tumbados en la alfombra o sobre un papel pegado en la pizarra. En estos momentos, en clase se crea un ambiente especial. 

Es cierto que solemos trabajar con música de fondo. Muchas veces cuando estamos picando, jugando con gomets o haciendo una ficha, somos nosotros los que le pedimos a Laura que nos ponga música de trabajadores, o de pintores, o de lo que sea, ¡tenemos música para todas las situaciones!.

Pero cuando pintamos nos encanta especialmente escuchar música, igual que le pasaba a Kandinsky.

¿Qué os parece el resultado?