Apareció en una caja que tiene la profe de la que salen sorpresas de vez en cuando.
Pero en esta ocasión, el libro no venía solo. Si no que también encontramos este monstruito rosa con su mochila.
No pensamos que podría llevar nada en ella, así que observamos la portada del libro.
Vimos que había unas letras, un monstruo bastante parecido al de peluche pero de otro color.
Y Laura abrió la primera hora. Tras pasar la portada encontramos unos dibujos llenos de colores. La profe nos explicó, que todos los cuentos tienen diferentes partes: la portada, el lomo, las guardas... Esas guardas son las primeras hojas que encontramos al abrir un libro. Hay guardas al principio y al final del libro y su función es "guardar" proteger la historia que hay dentro. A veces las guardas delanteras y traseras son iguales, otras veces no.
Y tras observarlas, comenzó la historia.
El Monstruo de Colores está un poco nervioso, va a comenzar el colegio y no sabe muy bien "qué es eso del cole".
Se imagina que puede ser un lugar peligroso con animales feroces o una selva llena de trampas... Por eso decide meter en su mochila un montón de objetos que le ayudarán a protegerse: un casco, una linterna, un láser o un repelente para murciélagos.
Gracias a su amiga el comienzo del colegio le cuesta un poquito menos. Le acompaña al colegio, le explica algunas cosas.
El Monstruo de Colores conoce a Teresa, su profesora, a sus nuevos compañeros y además va descubriendo cada espacio y sus materiales.
Pero claro, a veces no basta solo con conocer esas zonas, si no también entender y respetar las dinámicas que hay en cada una de ellas.
Finalmente, a pesar de los miedos iniciales que tenía el pequeño monstruo, descubre que el colegio es un sitio donde se siente bien, protegido y querido.
En este enlace podéis descubrir un poquito más de este cuento. Y también os dejamos el booktrailer.
Tras leer el cuento, echamos un vistazo a las páginas de nuevo, hablando sobre algunas de las travesuras que hace el Monstruo de Colores (hace una torre con las croquetas, desenrolla el papel higiénico en el baño...). Y esto nos dio pie a hablar sobre las cosas que hacemos en el colegio o no: qué llevamos en nuestra mochila, cómo nos comportamos a la hora del almuerzo o en el baño.
Y en este momento, la profe nos planteó si mirábamos en su mochila. Y allí encontramos unas tarjetas y dos caritas. Una de ellas estaba algo más alegre que la otra. Y entre todos fuimos colocando cada una de las tarjetas en lo que pensamos que nos ponía contentos o triste. El resultado fue este.
Después comentamos qué cosas creemos que son importantes en clase, pero esto...ya os lo contamos otro ratito.
Después comentamos qué cosas creemos que son importantes en clase, pero esto...ya os lo contamos otro ratito.
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