Hoy os vamos a hablar de la sorpresa que nos encontramos hace unas semanas en la biblioteca.
- ¿Qué será?
- ¡Nos ha dejado una carta!
- ¡Léela, léela!
En la carta Roque nos contaba que como se había enterado que estábamos estudiando los Dinosaurios nos había preparado una sorpresa. Primero teníamos que leer el cuento, y después continuar leyendo la carta.
El cuento se titulaba El gran, gran, GRAN dinosaurio. Y en la portada nos encontramos con un dinosaurio enorme y uno más pequeñito que tenía un bote con colorines dentro.
Así que como estábamos deseando ver qué ocurría en la historia Laura comenzó a leerlo.
El cuento comienza mostrando a Finlay, un pequeño dinosaurio, haciendo el reparto de sus gominolas para compartirlas con su amigo.
Pero de pronto aparece un gran dinosaurio que pretende quitarle todos esos dulces casi sin preguntar. Finlay no se asusta, aunque el enorme dinosaurio es más grande que él, y claramente hace muchas cosas por atemorizarle.
Le demuestra su fuerza, su velocidad, lo que salta... pero Finlay siempre tiene una respuesta similar: mi amigo también y lo hace mejor.
Esto hace que el gran dinosaurio se enfade muchísimo porque no consigue salirse con la suya.
Finlay que es mucho más inteligente que el gran dinosaurio, decide darle un sustillo.
Pero no os contamos más, para que lo descubráis vosotros cuando leais el cuento.
¿Se habrá inventado Finlay un amigo imaginario? ¿Pensáis que al final cederá y le dará las chuches? ¿Se harán amigos?
Nosotros nos llevamos una sorpresa cuando descubrimos una de las imágenes finales ya que en la primera lectura no habíamos visto algo...
Un libro con unas imágenes creativas, coloridas y expresivas, con el que hablamos de compartir, de la amistad, del no tener miedo porque alguien aparentemente más fuerte que nosotros y que utiliza malas formas nos pida algo, de no ceder ante situaciones que sabemos que no estan bien.
Tras el cuento llegó el momento de terminar de leer la carta de Roque.
Nos decía que en la cajita teníamos una sorpresa, pero para descubrirla teníamos que encontrar la llave que abría ese candado. Para eso nos dio una pista: esta cerca de los dinosaurios de la biblioteca.
Y algunos de nosotros caímos enseguida y fuimos hacia allí corriendo.
Ya teníamos la llave, solo quedaba abrir la cajita.
Y qué mejor que ver lo que pasó.
Menuda sorpresa nos llevamos. ¡Un montón de dinosaurios!
El gran, gran, GRAN dinosaurio
Richard Byrne
Jaguar, 2013
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