
Sí, sí, habéis leído bien. Esta semana hemos tocado el piano en nuestra nariz.
El lunes estuvimos hablando sobre como podíamos hacer música con nuestro cuerpo. Lo primero que hicimos fue ponernos a bailar, pero eso no era música exactamente.
Pensando un ratito nos dimos cuenta que podemos cantar, tocar palmas, hacer pitos (o intentarlo), silbar (o hacer algo parecido a un silbido), hacer que llueve...