1 de diciembre de 2018

Una abeja con botones

Hace unas semanas pasó algo en clase que aún no os habíamos contado.

De la caja mágica que tiene Laura apareció....

- Una oveja!!!
- No, eso es una abeja, y pica.
- Si, vuela y pica.
- Pero, mira... tiene botones.
- Es una oveja con botones.
- ¡Y tiene ruedas!

Laura observó nuestras caras e intuyó que un par de nosotros sabíamos algo de esta abeja tan rara, por nuestros hermanos mayores.

Todos tuvimos claro que esos botones tenían que servir para algo, así que uno a uno, fuimos probando, tocando botones...

Alguien tocó en la parte de abajo y consiguió que se encendiera una luz en los ojos y se oyera un ruido.
Eso hizo que los siguientes que pulsaron en los botones de las flechas, hicieran sonar un pitido.
Pero esta abeja no avanzaba... hasta que de repente, alguien lo consiguió.
Aunque tuvimos que probar varias veces hasta entender, con un poquito de ayuda de Laura, qué es lo que hacía que se moviera.

Estábamos tan emocionados y la profe tan pendiente de nosotros, que ni una foto de ese primer momento os podemos enseñar. Tan solo un mini vídeo donde vais a ver y oír la emoción que sentimos en esos primeros momentos.


Laura nos ha explicado que no lleva pilas, que va con batería que se puede cargar como el móvil, pero no en un enchufe de pared, si no que lo podemos hacer desde el ordenador. Al ponerle ese cable, un ojo se le pone verde y eso significa que la batería se está "llenando", y cuando está completa, esa luz se apaga.

Ella nos tenía que explicar alguna cosa más. Hay que cuidarle muy muy bien. Si no la usamos no dejaremos que tenga las luces encendidas para no gastar su batería. Tampoco la moveremos arrastrándola como si fuera un coche… y unas cuantas cosas más que tenemos que tener en cuenta.

Así que poco a poco, a lo largo de varias sesiones, hemos ido descubriendo y probando algunos de esos botones.

Tiene cuatro botones naranjas: uno que va para arriba”, otro “para abajo”, uno “para un lado”, otro “para otro lado”. Uno verde que es el “Go”. Y dos azules: uno con una “X” y otro con dos palitos "II". 

El “para arriba” y “para abajo”, nos hemos dado cuenta de que son “hacia delante” y “hacia atrás”. Ninguno de estos botones funciona si no pulsamos después el “Go”, que es lo que hace que la abeja se mueva hacia delante o hacia atrás (que nosotros hemos llamado "de culete"). Pero además le podemos decir cuánto se mueve. Podemos pulsar, por ejemplo 3 veces el botón de “hacia delante”, y dará tres pasos (que es así como le hemos llamado) adelante.

También hemos visto que si pulsamos HACIA DELANTE + GO anda un paso. Pero si luego pulsamos HACIA DELANTE + HACIA DELANTE + GO, anda tres pasos…¿eso como puede ser, si solo le hemos dicho que ande dos?. Pues es porque nuestra abeja tiene muy buena memoria, y no se le olvida lo que le hemos dicho antes. Por eso es importante utilizar el botón “X”, para borrar todo lo que tiene en su cabeza.

Todas estas cosas, las hemos ido probando. Y poco a poco, a través del ensayo-error, iremos aprendiendo a utilizar estas órdenes y otras más.

De momento solo hemos descubierto estos botones, pero seguro que los otros nos permiten hacer también muchas cosas.

Estas primeras sesiones, las hemos comenzado haciendo estimaciones, pensando cuantos pasos tenía que dar para llegar a otro niño. Este numero varía si el niño o la niña está cerca o lejos. Si nos quedábamos cortos, pensábamos cuántos más necesitábamos dar.

Otros ratos hemos jugado con un tablero que es una calle, llena de tiendas. Y hemos jugado a llevar a la abeja hasta alguna de ellas. En la calle podemos ver en diferentes tonos de grises la carretera, y eso nos facilita poder contar los pasos necesarios para llegar a un determinado lugar.

Poco a poco esta abeja (que no os lo hemos dicho aún, pero su verdadero nombre es Beebot, porque es un robot) nos permitirá aprender muchas cosas. Con ella aprenderemos a programar, que es dar instrucciones lógicas y ordenadas para que una máquina (ordenador o robot) haga lo que le estamos pidiendo. La ventaja de hacerlo jugando, además de lo que nos divertimos, es que sin darnos cuenta trabajaremos la concentración, la atención, el lenguaje, la lógica, conceptos espaciales, conceptos numéricos... favoreciendo además la colaboración y el trabajo el equipo. 
A través del ensayo-error avanzaremos en nuestro aprendizaje, ya que de manera inmediata comprobaremos si las órdenes que le estamos dando a la abeja, sirven para hacer lo que queremos que haga y en caso contrario poderlo modificar y comprobarlo.

En fin, como veis un gran recurso.

Os seguiremos contando más cosas sobre nuestra abeja y también sobre otro amigo que tiene, pero a este todavía ni nosotros lo conocemos.





1 comentario:

  1. Ahora entiendo porque cayatena está todo el día con las abejas por aquí y por alla haciendo el zumbido jeje

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